El ocaso de García y la gran oportunidad del APRA
El aparente estancamiento de la candidatura presidencial del dos veces presidente de la República, que lo podría llevar a un fracaso electoral el 10 de abril, significaría la gran posibilidad para "Desalanizar" al otrora partido de la estrella
Dicen que hasta de la peor de las situaciones se puede sacar una oportunidad y eso podría suceder con el APRA. Aunque la procesión va por dentro los integrantes del partido aprista y sus socios del PPC saben que el tiempo se les acorta y cada día que pasa la tarea de levantar una candidatura que no termina de convencer se vuelve una carga muy pesada.
Si bien a Alan García no se le puede nunca dar por muerto, lo cierto es que hoy se enfrenta a un escenario muy complejo. Es un personaje demasiado controvertido. El recuerdo de su gobierno está muy fresco y la población está cansada de los mismos rostros.
Muchos analistas y opinólogos nos vendían la idea de que García era el "más astuto de los políticos. sin embargo, está claro que el ex presidente ha perdido el olfato. Creyó que repetir la estrategia del 2006 (Estar presente todos los días en prensa durante el gobierno de Toledo, crear y hacer crecer al monstruo Humala para así presentarse como la alternativa menos mala) le iba a funcionar diez años después. Eso no ha ocurrido porque García sigue siendo el mismo pero el Perú y los electores han cambiado.
En esta obsesión personal García avasalló a su partido y lo puso al servicio de sus ambiciones. El movimiento político más longevo y orgánico del país perdió institucionalidad. Todas las decisiones políticas (no participar en las elecciones regionales, apoyar a Castañeda y no tanto a Cornejo en las municipales) eran tomadas en función a los intereses del señor del "Ego colosal" y hoy los resultados comienzan a ser vistos.
Sin nuevas figuras, los cuarentones ya se acercan a los cincuenta, el APRA se ve como un partido caduco, previsible y luego de su comportamiento en el segundo gobierno de García como ajeno a sus ideas primigenias. Demasiado conservador.
Sin embargo, como dije líneas arriba, un resultado negativo podría ser lo mejor que le puede pasar a los "compañeros" de la avenida Alfonso Ugarte. El caudillismo del otrora líder sería cuestionado, ya que muchos callaban bajo el criterio de que es la única locomotora que los puede acercar al poder, situación que parece una constante agonía. Un golpe mortal les permitiría, si existe la voluntad, volver a los cauces institucionales, refundar el partido y favorecer el surgimiento de nuevos liderazgos que facilitarían su fortalecimiento en el mediano plazo.
Un motivo más para no votar por García