El dolor se entiende, dado que este señor no solo era un promotor asolapado de la candidatura de Keiko Fujimori, sino que además su actual pareja era aportante del partido naranja y todos sabemos, según la predica del ex ministro fujimorista Carlos Boloña,   que "no hay lonche gratis" así que al nieto del amauta también le deben estar ardiendo esos miles de soles tirados al agua. Por eso es que estos días se ha dedicado a través de su columna a desahogar su ira, aunque creo que en la columna de hoy jueves 9 de junio ya se le pasó   la mano.

Titulada "Antes los chilenos  que Keiko" el señor comienza  hablando        de que hay que hay que "curar heridas" pero en una especie de bipolar reacción párrafos abajo retoma el estilo al que nos tiene  acostumbrado y apunta al importante sector de electores que votó a favor de PPK en la segunda vuelta y le dio el triunfo  como una suerte de seguidores del cainismo (que se dejan llevar por el odio) y que preferirían a  "los chilenos antes que a Keiko". Este personaje toma una desafortunada frase utilizada en los oprobiosos tiempos de la ocupación chilena    de la capital,  para calificar  a los que apuestan por la democracia y que no quieren regresar a tiempos oscuros y al pasado vergonzante de hace menos de quince años, con algo casi parecido a traidores

Lo triste es que el periodista parece olvidar que el papá de su candidata prefería a los chilenos, prácticamente les regaló muchas de las empresas peruanas, copió con fanatismo su modelo económico, se trajo su sistema de pensiones y les regaló los cielos del país, esos que hoy  usufructúan  en sociedad con ellos, los  dueños del medio donde le hacen el favor de publicar su columna.

Por el bien de su salud mental,  sería bueno que Peru21 le brinde unas merecidas vacaciones para que reflexione   y encuentre el  camino de contribuir de verdad a difundir una opinión objetiva y plural de la realidad del país.