Existe una ley que por muchos años era considerada regla inamovible del marketing “El que pega primero pega dos veces” Esto se traducía en que el que ingresaba como pionero a un rubro del mercado entraba con bastante ventaja. Te permitía "posicionarte" en la mente del consumidor y así dominar el segmento o categoría del mercado.

Como toda ley, siempre hay excepciones y en un tema tan sensible e incierto como la industria musical, las probabilidades de que no se cumpla son mayores. En nuestro caso vamos a repasar algunos sucesos que ocurrieron durante el mayor apogeo de nuestra música criolla.

En su mejor momento, la música criolla era una industria altamente rentable, las radios trabajaban de la mano con las disqueras y la programación de nuestra música se daba de manera permanente. Surgían nuevos exponentes de manera constante y los compositores se esforzaban en acercarse a los artistas consagrados para que canten sus temas. Si a un artista solista o grupo le parecía que el tema podría “pegar” lo estrenaba en las presentaciones radiales, en horarios estelares y con público en el auditorio (toda radio de prestigio contaba con uno) se medía el impacto y si el tema comenzaba a ser pedido o replicado, inmediatamente era incluido en un proyecto de grabación. Casi la totalidad de las figuras consagradas tenían un contra de exclusividad con una disquera. Las más importantes en ese entonces  eran IEMPSA y Sono Radio.

Los directores comerciales de estas compañías casi siempre acertaban en sus estrategias pero el “gusto popular” es siempre impredecible y hubo algunos casos emblemáticos de estrenos de temas que no cumplieron con las expectativas a pesar de que fueron hechos manteniendo una gran calidad y buenos arreglos. Aquí recordaremos los más importantes.

La Flor de la Canela.- En 1953, una novel compositora, Isabel Granda  que ya había estrenado algún tema de su inspiración, entregó una composición al legendario trío "Los Morochucos" que en ese momento estaba en la cima de la popularidad, especialmente entre los sectores acomodados de la capital. La grabación fue hecha para Industrias Sono Radio. El tema pasó prácticamente desapercibido. A los pocos meses otro trío que empezaba a calar en el gusto del público "Los Chamas" lo grabaría a su estilo, logrando un gran éxito que catapultó a la compositora. El tema se convirtió con el tiempo en el más popular  e internacional del género. Aquí la primera versión.

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El Rosario de Mi Madre.- Tema estrenado en 1961 por el Conjunto "Los Troveros Criollos" bajo el nombre de la "Ultima cita" Esta composición de Mario Cavagnaro, fue cambiada de nombre con la venia del autor por el trio "Los Embajadores Criollos a quienes el público cada vez que se las pedía que la interpretasen les decian "esa del Rosario de Mi madre"

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Rosa Té.- Tema con  el Conjunto "Los Troveros criollos" ganaron el "El Primer Festival Cristal  de la Canción Criolla"   en 1960. Este tema años después se hizo popular en la versión de Los Kipus. La versión de lanzamiento no fue digitalizada y hoy solo es conocida gracias al canal de vídeos youtube.

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Regresa.- Este emblemático tema pasó por varias opciones de estreno antes de ser un himno de nuestra música. El compositor, Augusto Polo Campos se lo hizo aprender a su entonces esposa, Cecilia Bracamonte, pero decidieron que no lo grabase pues estaba gestando. Se lo enseñó a Jesús Vasquez y a Edith Barr quien lo estrenó en una peña y luego lo incluyó en su larga duración (LP) llamado "Soy peruana" bajo la batuta de don Rafael Amaranto. El arreglo es muy bueno y la voz de "La Flor Morena" está en muy buen nivel, pero el tema no caló en el gusto popular. Meses después, Lucha Reyes cambiaría la historia.

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Perdóname.- Tema romántico de José Escajadillo, fue grabado en estreno  por la popular cantante Cecilia Barraza, quien lo incluyó en su tercer larga duración  bajo la batuta del maestro Enrique Lynch. Año 1977. Este tema no tuvo la aceptación requerido. Muchos años después ya en los años 90's fue un éxito en versión de Lucía de la Cruz. 

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Como ven, estos son algunos ejemplos de que no siempre se pudo predecir el gusto del público. Ah y siempre hubo espacio para un segundo estreno. Eso creo que se aplica todavía.