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Mario Vargas Llosa y el temor al otro Perú

Laureado escritor opta prematuramente por apoyar a Keiko Fujimori y le cierra la posibilidad de dialogo a un importante sector del país

Publicado: 2021-04-18


Un cierto desconcierto en los actores políticos del país produjo el reciente artículo publicado en el diario el País de España, por el escritor y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Con un ligero análisis el novelista llama a los peruanos a votar en la segunda vuelta electoral por la candidata presidencial Keiko Fujimori. Un hecho que la verdad me sorprende menos que al promedio de la población, que se dejó avasallar por la narrativa del fujimorismo cuando afirmaba sobre un cierto resentimiento del escritor por la derrota infligida por el padre de la actual candidata en las elecciones de 1990. Lo cierto es que hay hechos que demuestran que el autor de la “Casa Verde” puede dejar de lado lo subjetivo cuando está, según su criterio, un fin superior. En 1990 Vargas Llosa luego de abandonar el país solicitó a la bancada del FREDEMO, movimiento que lideró  y  que en ese entonces era la primera minoría del congreso, para que apoyasen al nuevo régimen que se instalaba y le dieran gobernabilidad. Gesto que se interrumpió con el auto golpe de 1992. Luego el 2006 ante la “amenaza chavista” que según él representaba en ese entonces Ollanta Humala, no dudó en apoyar a su otrora rival político Alan García.

Pero a diferencia de aquella vez y aunque creo que él es libre de apoyar a quien según sus convicciones considera el “mal menor” llama la atención la rapidez de este inusual respaldo. Sin esperar mayores precisiones de los candidatos o algunos compromisos mínimos, le cierra las puertas en la cara al profesor Pedro Castillo que resultó triunfante en  la primera vuelta.

Los inéditos resultados electorales del 11 de abril reflejan una realidad y da para un sesudo análisis que el laureado escritor no  toma en cuenta. Y menos interpreta esos resultados. Para comenzar prácticamente ocho de cada diez peruanos hábiles para votar no escogieron a ninguna de las dos opciones. Estamos ante un grave problema de legitimidad. Por otro lado Pedro Castillo ha triunfado con bastante holgura en dieciseis de las veintisiete circunscripciones electorales del país. Especialmente en las más pobres. El abrupto cierre a una posibilidad de dialogo del “garante de la democracia” hacia el candidato de Perú Libre es en cierta forma darle la espalda a ese importante sector de la población que él representa. Además tampoco considera la poca capacidad de maniobra que tendrá dicho movimiento en el congreso y que le impedirá concretar algunas de sus propuestas.

Y es aquí en donde quiero ahondar sobre este escrito. La actitud de nuestro nobel es quizás una muestra de lo que un sector de nuestra población, sobre todo la más educada y quizás acomodada, siente hacia ese otro Perú, el que no se ha beneficiado de esta supuesta prosperidad de los últimos veinte años. Ese Perú que algunos llaman no oficial. No hay voluntad de entenderlo y hay cierto temor pues para muchos es claro que nuestro modelo económico actual ya no es suficiente para garantizar bienestar general y el sistema político tiene grietas por todos lados. Se prefiere tener a esos sectores controlados y no incorporados con sus inquietudes y propuestas al gran acuerdo nacional que es necesario concretizar en el corto plazo.

Como cualquier peruano también tengo dudas del profesor Pedro Castillo y muchas de sus propuestas me parecen populistas, desproporcionadas y en algunos casos hasta alejadas de la realidad. Pero es precisamente en esta etapa del proceso electoral  donde se debe aterrizar las ideas de gobierno y buscar consenso con todas las fuerzas políticas. Se puede partir por asegurar la autonomía del BCR y comprometerse a mantener las cuentas fiscales estables así como la intangibilidad de los fondos previsionales.

Dudo que el respaldo desinteresado pero temeroso de Vargas Llosa a la candidata de Fuerza Popular genere mayor endose pero si es quizás un riesgo innecesario el que ha tomado el escritor y que seguramente afectará su ya magullada imagen entre muchos peruanos.

Finalmente creo que más allá de quien apoye a quien se necesita una mirada mucho más amplia del panorama político. Se vienen años de profunda inestabilidad y con nulas opciones de impulsar las reformas políticas necesarias para salir de este círculo vicioso. La vigilancia ciudadana tendrá un rol fundamental para sostener nuestra endeble democracia.


Escrito por

Claudio Alberto Temoche Cortez

El pasado está olvidado, el presente se está viviendo y el futuro lo estoy creando. Me gusta escribir, leer y jugar tenis de mesa.


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